Las mujeres embarazadas expuestas a altos niveles de contaminación tienen más probabilidades de tener hijos con bajo peso al nacer, según revela un estudio publicado en la revista Environmental Health Perspectives. Según los investigadores, este efecto puede tener graves consecuencias sobre la salud de los niños.
El trabajo, realizado por un grupo internacional de científicos, ha analizado los datos de más de tres millones de nacimientos de varios países de América, Asia, Europa y Australia y los ha comparado con los niveles de contaminación del aire por partículas finas, que son emitidas por el tráfico, la calefacción y las centrales productoras de energía. La conclusión principal es que las tasas de bebés con un peso menor de 2.500 gramos al nacer son mayores en los lugares más contaminados.
"El bajo peso al nacer está asociado con consecuencias graves para la salud, incluyendo un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad perinatal y problemas crónicos de salud en la edad adulta", ha señalado Payam Dadvand, uno de los autores, del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Barcelona).
El estudio ha salido a la luz en un momento de debate sobre los límites de contaminación establecidos en la Unión Europea, donde actualmente se permite una concentración máxima de partículas inferiores a 2,5 micras de 25 microgramos por metro cúbico, mientras que el límite en estados Unidos es de 12 microgramos.
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