martes, 19 de febrero de 2013

¿Qué son las ETS?


Las enfermedades de transmisión sexual se refieren al grupo de enfermedades infecciosas que se transmiten por contacto sexual.
Se contagian de persona a persona a través del contacto de una membrana mucosa afectada con otra membrana mucosa sana, o a través de de una herida en la piel.

Estos tejidos cuentan con las condiciones ideales para que la infección se desarrolle y se transfiera, un medio húmedo y cálido.
El riesgo de contraer una de estas enfermedades crece en el momento que no se utiliza un método preventivo como el preservativo, que es el único aticonceptico que previene las ETS. El no conocer la historia sexual de la persona con la que se mantiene la relación sexual es otro riesgo que se previene con el uso del preservativo, siempre que haya un contacto vaginal, anal u oral.
Pueden afectar repetidamente ya que no generan inmunidad y no cuentan con vacunas en la actualidad.

Algunas de ellas pueden ocasionar lesiones graves y permanentes, como ceguera, esterilidad, trastornos psicológicos..., por lo que es importante el conocimiento del cuerpo para detectar sus síntomas a tiempo.

Al ser los síntomas más difusos y en ucasiones inexistentes en la mujer, son junto a los recién nacidos el grupo de población más vulnerable. Entre los 15 y los 30 años se da el 85% de los casos en la mujer.

La escasa información sexual y el desconocimiento de sus síntomas, unido a que estos a veces se ocultan o no son fácilmente detectables, son algunos de los motivos por los que se propagan con tanta facilidad. A esto se suma que en ocasiones se ocultan, por vergüenza y por ser vistas como algo obsceno y reprobable.
Los microorganismos implicados pueden ser bacterias, virus, hongos o parásitos, que como se comentaba antes, se desarrollan fácilmente en medios con las condiciones de los genitales y otras zonas del cuerpo como la garganta.

Algunas infecciones no muestran síntomas, son poco evidentes o se confunden con otras afecciones:
*La uretritis: inflamación de la uretra que puede acompañarse, pero no siempre, de escozor al orinar y de secreciones purulentas.
*La epididimitis: inflamación del epidídimo.
*Lesiones ulceradas: no siempre dolorosas (por herpes, sífilis...)
*La vulvovaginitis: inflamación de la vagina y vulva en ocasiones no muy evidente.

Otras infecciones si muestran sus síntomas de forma más evidente:
*La cervicitis: inflamación del cuello del útero.
*La proctitis: inflamación del recto acompañada de dolor, picor, secreción mucosa, extreñimiento...
*Parásitos: como ladillas, sarna, que provocan un picor intenso.

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