viernes, 3 de mayo de 2013

El cubo de Rubik y otros juguetes científicos...



El profesor de arquitectura húngaro Ernö Rubik trabajaba en 1974 en un objeto mecánico manipulable que le ayudara a explicar mejor la geometría tridimensional a sus alumnos. Durante el proceso, acabó creando lo que llamó cubo mágico y que se convirtió en el popular rompecabezas conocido hoy mundialmente por el apellido de su inventor. Es uno de los ejemplos más claros de interacción entre ciencia y juego, pero no el único. ¿Sabías que Meccano usó su experiencia en estructuras modulares para producir y lanzar en 2008 a Spykee, el primer robot controlable por wifi? Juguetes de toda la vida han nacido gracias a leyes físicas y matemáticas y, a su vez, también han contribuido al progreso de disciplinas como la arquitectura, la ingeniería, la robótica y la programación.

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